«-¡Venid a la orilla!
-¡Podríamos caernos!
-¡Venid a la orilla!
-¡Está demasiado alto!
-¡VENID A LA ORILLA!
…y ellos vinieron.
Los empujó…
y ellos volaron».
Christopher Logue.
El hombre es tan inseguro. Vive centrado y anclado en el pasado.
El nacimiento es sufrimiento, lucha. La vida es sufrimiento, lucha. La muerte es sufrimiento , lucha.
Tus circunstancias no te permiten disfrutar de estar vivo, tiran de ti hacia el pasado, siempre hacia atrás, por muy seguro que estés de ir hacia adelante, siempre se vuelve al pasado.
Cuando llegas a una edad en la que ya has vivido lo suficiente, has acumulado demasiado pasado. Cuanto más envejecemos más grande se hace el pasado y más desaparece el futuro.
El tiempo sujeta los extremos de nuestra decadencia.
La gente suele morir alrededor de los treinta años, pero son enterrados cerca de los ochenta…tal es el esperpento de nuestra vida.
Lo mecánico se instauró a temprana edad en nuestras vidas, ahogando la maravillosa incertidumbre de nuestra naturaleza individual. Lo colectivo se hizo cargo de todo. Nos proporcionó abrigo, seguridad, bienestar, salud…Nos construyó el estereotipo de nuestras experiencias. Nos ahogó con nuestro permiso.
Hoy ya no sabes quién eres, porque hay muchos farsantes diciéndote : ¡Esto eres tú!.
Pero al fondo, sabes y sientes que algo no funciona, por eso sigues buscando remedios contra tu insatisfacción, contra tu infelicidad, contra tus preocupaciones, contra tus miedos, contra tus dudas, contra todo lo que ha sumado tu identidad, solapando lo que eras desde el mismo momento en el que dejaste de mirarte en ti.
Eras un hombre libre que eligió la esclavitud. Necio.
Y entre tanto colectivo, la gente busca su significación propia, por eso todo el mundo está esforzándose por ser el más grande, por ser el primero, por ser el mejor…y entonces surge la cualidad guerrera que engendra la sociedad, la naturaleza auténtica de la vida es la de la jungla: el grande se come al pequeño . Nace la competencia.
La calidad de vida se convierte en monotonía, en una larga historia de aburrimiento que solo puede ser minimizada con la lucha, por eso la gente parece tan pesada, tan arrastrada, la vida se carga con demasiados muertos.
Es absurdo y estúpido competir.
Es mucho mejor celebrar.
Intentar ser el mejor, el primero, es una estupidez de la mente mediocre.
El auténtico respeto no es hacia la fama, es hacia el hombre. Y aquí es donde puedes MARCAR la verdadera diferencia para con el resto del mundo, para con tus clientes.
Tienes que lavar por completo tu pasado, tu memoria, tu identidad. Ya no puedes funcionar como lo hacías antes.
Dirección, objetivo, propósito-directrices de negocio que causan y hacen que uno se torne serio. ¿Dónde está el divertimiento? ¿Cuál es el propósito de tu vida sino existe el divertimiento, la celebración?
No pospongas más. ¡lánzate! Necesitas un empujón, ¡ven y acércate al abismo!, yo te empujo. Volar es tu naturaleza. Volar es cosa tuya.