Amanecer frío y somnoliento. El cansancio no ceja. La mirada en el espejo no barrunta nada nuevo: el mismo reflejo de siempre, la mirada más sombría y decadente del ayer. Me contemplo mientras nos miramos, uno a cada lado, frente a frente. El primer gesto es respondido eficazmente, sin complejos. La mirada atenta sobre el reflejo deforma levemente la imagen que va tomando tonos diferentes a cada observación de soslayo.
Una pregunta: ¿Quién soy?.. ¿Quién es él?
Sonríes, como yo. Babeas como yo. Gesticulas como yo. Pero la iniciativa siempre es mía. Eres una burda copia de mis movimientos, de mi intención. Siempre reflejando…siempre…
El mundo es un espejo. El mundo refleja tu actitud hacia él. Aquello que vives es aquello que tu actitud es . Tu actitud es negativa, tu mundo es negativo. Tu actitud es positiva, tu mundo es positivo. Negativo y positivo dos polos que constantemente se esfuerzan en encontrarse.
Nada de lo que sucede, sucede por casualidad. ¿Acaso soy el dueño de mi vida?
El sistema impone una imitación de un propósito a la persona que se pregunta y le muestra un lugar en el mundo a fin de convertirse en un engranaje que trabaje en interés suyo. Tal ha sido la instrucción del imperativo que, como un huésped indeseable, toma posesión de mi trabajo, de mi vida social, de mi casa, de mi cama, de mi sofá, de mis enseres, de mi vida toda, sin consentimiento, sin derecho, pero con todo el poder de la intención del que ha tomado prestado algo que se le ha permitido ser suyo. Sin serlo.
Jodida mente débil, prisionera de objetos cotidianos, torpe coleccionista de la percepción mal educada, músculo flácido de conexiones comunes de la vida, vendiendo su alma al mejor adulador de seguridad…¡Qué aburrida eres maldita puta!
«Tú que vendes tu vino por dinero, ¿qué podrás comprar con el dinero que sea mejor que la embriaguez del vino?»
Intentamos progresar hacia una vida de éxito, pero tomamos como base la experiencia de nuestra propia mente, nuestra personalidad, ésa que nos ha traído hasta el lugar donde nos encontramos hoy, asustados, estresados, cansados, débiles, asqueados, somnolientos, malhumorados, preocupados…y ¿queremos progresar con esa mente?
-¡Despierta estúpido!… ¡Grita! ¡Enfádate! ¡Muestra tu ira! ¡Exterioriza tu sentimiento, no te lo guardes! ¡Deja de acumular odio!… ¡Vacíate!
Quizás mañana, al despertar, la vida se torne conforme a lo que tú deseas ver realmente en tu pequeña parcela de mundo…mientras el huésped indeseado,te espera, babeando, al otro lado del espejo.